El anterior artículo lo
terminamos con esta afirmación:
Si Dios no existe, el ordenador que tienes delante se
ha puesto ahí solo.
Esta frase es cierta, pero los dos sabemos que
el ordenador no se ha puesto sólo. ¿Entonces?
Lo más probable es que haya sido
usted quién puso el ordenador. Pero antes de ponerlo lo compraría en una
tienda. Y el de la tienda lo trajo de la fábrica donde alguien lo fabricó, que
a su vez usó unas piezas que fueron hechas de… Así podríamos seguir hacia atrás
en el tiempo en una larga “cadena” de seres finitos cuya existencia siempre
es causada por otro anterior.
¿Hasta cuándo? Da igual.
- Porque por larga que sea esa cadena de seres en ella no está la razón de por qué existe nada. Si cogemos un elemento cualquiera de la cadena, en él no está la razón de su existencia, pues proviene de uno anterior. ¡Y así con todos!
- Hay quien dice ─como si fuera solución─ que "la cadena de seres es infinita”. Es evidente que la cadena de seres no puede ser infinita pues de ser así para llegar al día de hoy debería haber transcurrido ya un tiempo infinito lo cual es una contradicción.
- Por último, la cadena tampoco puede haber "surgido de la nada", pues de la nada no puede surgir nada.
Por tanto, la cadena siempre nos
conduce a un absurdo, lo cual nos lleva a un dilema:
- o nos quedamos con un absurdo.
- o buscamos una solución.
Quedarse con el absurdo no es de personas
racionales.
Hay que buscar una solución racional.
Pero... ¿cuál?
La veremos el lunes
Los Tres Mosqueteros
Hay que buscar una solución racional.
Pero... ¿cuál?
La veremos el lunes
Los Tres Mosqueteros
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